Natural de Arena, pueblecito montañoso, que
desde su altura vela el sueño de Vélez Málaga. Sus primeros años los pasa
correteando por los montes y, las mal
inspiradas calles del pueblo.
Muy niño, queda huérfano de madre, cuyo puesto
ocupa su buena hermana y abnegado padre que trabaja día y noche para sacar la
casa adelante.
Después de este incidente se traslada a
Málaga, preocupados por el porvenir del niño que ingresa en la escuela, en la
que se encuentra como el pajarillo en la jaula. Él necesita sol, aire libre,
espacio para correr, todo esto queda
eliminado por los finos alambres de la disciplina escolar. Falta a la escuela
tantas veces cómo puede burlar la vigilancia de su hermana, en el barrio de la Trinidad, el vecindario
comienza a conocer las diabluras de aquel niño nacido para vivir en plena
naturaleza.
Muy jovencito era cuando el 14 de abril de
1931 se proclama en España la "
República de Trabajadores de Todas Clases ". Recorre las calles con otros
amigos de su edad contagiado por el júbilo popular. Sobre un coche, un hombre
habla al pueblo: ¡ No os dejeis engañar
! - decía el orador, que no era otro que
el viejo Moles. - El Rey - advertía, se
ha marchado pero dejando a los monarquicos disfrazados de republicanos.
El pueblo le grita arremetiendo contra él.
Pareja y sus amigos se ponen de su lado : El viejo tiene razón. Y le acompañan
hacía el barrio del Perchel. Por el camino, Moles se lamenta de la ceguera del
pueblo y les habla a los jóvenes de las ideas anarquistas en las que los
interesa.
Pareja acude a los sindicatos, escuchando con
atención a los oradores, que en las asambleas tratan de despertar, en la
conciencia de los trabajadores, el espíritu de libertad que durante siglos
había dormido en el sueño de la esclavitud.
Antes que otros, Pareja ve, y
siente la necesidad de luchar por éstas magnas ideas redentoras. No fue nunca
un teórico, era un hombre de acción.
En 1932, los compañeros Francisco Sedeño y
José Silva por unos incidentes con la fuerza pública, son condenados a
prisión. Dejando aquel en la calle a su
compañera con dos hijas pequeñas, Libertad y Palmira. ésta última, de
constitución enfermiza cae en cama. Sus débiles pulmones empiezan a ser roídos
por la tuberculosis.
Pareja les visita, entregándo a la madre su
semanada de peón. Pero ésto no es suficiente y hay que salvar a la pequeña. El
médico le receta alimentos, muchos alimentos. ¿ cómo dárselos si carecemos de
medios económicos ? se lamenta la madre. Pareja se decide a visitar al dueño de
la fábrica Ceregumil, exponiéndole este caso de conciencia, este le entrega algún dinero y da
instrucciones para que se le facilite a la niña todo el Ceregumil que necesite.
En nuestro pequeño grupo nos imponemos una cuota para ayudar a la familia.
Sedeño, informado por su compañera, nos escribe desde el Penal de Ocaña
agradeciéndonos este gesto solidario.
Una noche de 1933, Pareja se halla cabizbajo,
triste. Le interrogamos sobre las causas de su tristeza dice que viene de ver a la enferma y que no
le encuentra mejoría.
- El culpable de su muerte será el sereno que denunció a su padre -
dice. De pronto se levanta y, sin decir una sóla palabra echa a andar.
- ¿ donde vás ? - le preguntamos.
- A cumplir con mi deber - responde.
No sabemos cual es el deber de Pareja, pero
tenemos confianza en él y le seguimos sin cruzar una sóla palabra.
Llegamos a la calle San Juan. Pareja nos mira
diciéndonos:
- Alegremos un poco la agonía de esa niña, demostrándole que su padre
tiene amigos-.
Llama al sereno tocando las palmas, éste
acude, y cuando se encuentra a unos metros de Pareja, se da cuenta de que no es
ningún vecino conocido y saca la pistola. Pareja tiene la suya en la mano pero
él es noble y leal quiere darle la
facilidad de la defensa. El sereno es el
primero en disparar, Pareja el primero
en acertar.
Al día siguiente, La Unión Mercantil,
periódico reaccionario, arremete contra los anarquistas haciéndo grandes
elogios del valor cívico del herido. Pareja lee estos elogios mientras sus
manos acarician los cabellos de la niña enferma.
El día 27 de marzo de 1934, los guardias de
asalto entran en la Prisión de Málaga
apaleando a los presos sociales. El compañero Juan Fonseca ingresa en la
enfermería herido por los hijos de Galarza. La Federación Local de la C.N.T.,
declara una huelga de protesta contra toda ésta villanía de las fuerzas de la
República. Pronto, el paro se extiende a toda la cápital. Sólo quedan los
taxistas. Pareja, con otros tres compañeros, se dirige a la Plaza de la Merced
donde conmina a los choferes para que abandonen la parada. Esta plaza está
vigilada, de una parte por su cercanía
con la Comisaría General de Policía, y por la otra, casi formando parte de
ella, el cuartel de la guardia de seguridad. Un guardia de asalto que se
apercibe de la acción que se ejerce contra los taxistas, procede a la detención
de Miguel Molina. Pareja se da cuenta del hecho e insta al guardia a que lo
suelte. En este mismo instante, Molina empuja al guardia y Pareja dispara
contra él, la plaza se convierte en un
campo de batalla. Los jóvenes se repliegan ante la superioridad numérica de las
fuerzas represivas, huyendo por
calle Lagunillas. De aquí, salen
disparos de un guardia de asalto que trata de detener a los huidos. El
tiroteo se prolonga y el guardia cae muerto.
Detenidos Antonio García y Miguel Molina, son
detenidos tambien Pareja y el otro compañero. ¿ Quién mató al Guardia ? ( ¡
Fuenteovejuna, señor ! ) Los cuatro jóvenes se declaran responsables ante el
juez, después de haber negado en el cuartel de la Guardia Civil.
- No quiero cuatro responsables, sino uno solo - decía el juez.
En el mes de mayo se celebra el juicio por el
Tibunal de Urgencia. Pareja es condenado a cuatro años dos meses y un día, que va a cumplir al reformatorio de Alcalá de
Henares, donde permanece hasta la amnistía dada en el año 1936.
Días despùés de su vuelta a la capital, los
guardias de asalto tratan de asesinarlo cerca de la estación, disparando contra
él sin previo aviso, le hierén una
pierna y es conducido de nuevo a Prisión
de donde saldría por la voluntad popular, el día 19 de julio de 1936.
Los fascistas hecen resistencia en el centro
de la cápital. De nuevo nos encontramos todos juntos. Falta Molina que se
encuentra en el Puerto de Santa María. Recorremos los pueblos liberándolos del
fascismo. Se comienzan a organizar las primeras columnas de milicianos.
Nosotros formamos parte de " La que siempre rayó ", que se estabiliza
en el frente de Anrtequera, en donde interviene en varias operaciones. Más
tarde, Pareja, es requerido para la columna C.E.F.A., en la que es nombrado
capitán de la décima centuria, con la que se bate en el frente de Estepona.
Málaga se pierde, y Pareja, con parte de su
centuria, gana Almería. Allí se incorpora a las Brigadas Confederales que
operan en el frente de Pozoblanco. Cuando se decreta la militarización él no la
acepta, desertando del frente. Se dirige
a Valencia en busca de los compañeros conocidos con el propósito de organizar
grupos de guerrillas. En ésta cápital es detenido e internado en las Torres de
Cuarte donde tenemos que ir a sacarlo.
Terminada la guerra es juzgado y condenado a
muerte. Por influencia de la familia le es conmutada la pena capital por la de
treinta años, siendo trasladado al campo de trabajo de Dos Hermanas. De allí,
logra evadirse.
Los pueblos son un peligro para el perseguido
Pareja. Se refugia en la sierra en la que se había criado. Varios meses después
, el compañero Juan Rueda cae en una emboscada de la guardia civil. Pareja baja a la cápital donde después
de varios encuentros con las fuerzas fascistas, es detenido. Cuando en
diciembre de 1946 ingresé de nuevo en
Prisión por organización clandestina, Pareja ya estaba condenado a
muerte. Solicita verme y el Director se lo concede.
En éste mes, sólo tres o cuatro condenados a
muerte hay en la prisión. Pareja ha perdido toda esperanza de salvación y, con la tranquilidad de siempre aguarda la
hora de la
" saca ".
Una noche, desde el " chivato " abierto de mi celda, veo pasar a Pareja
rodeado de los guardias de servicio. El auditor de guerra le vá a confirmar la
sentencia; Pareja entra en capilla .
A la una de la madrugada siento pasos en la galería
de celdas; el cerrojo se descorre y un oficial me invita a seguirle. Pareja
quiere hablarme.
Durante varias horas permanecimos juntos bajo
la vigilancia de los guardianes. Él habla precipitadamente, cómo si temiera no
tener tiempo para contarme cuanto quiere. Se disculpa de algunos pasos dados en
falso en el camino de las ideas.
El cura pasea impaciente al otro lado de la
reja. Él lo mira y se ríe diciéndome:
- No sabe ese imbecil que todo cuanto tenía que confesar te lo he
dicho a tí -
Varias veces me pregunta la hora que es. Le noto un poco nervioso. Se
lo hago remarcar y él me responde:
- Es natural, pero no temas, les enseñaré a estos traidores como saben
morir los hombres que aman un ideal -.
Don Miguel Martín Casas, Director de la Prisión, entra diciéndonos que tenemos que
separarnos. Él me abraza con cariño, mientras yo busco con gran esfuerzo los
movimientos y las palabras apropiadas al caso sin encontrarlas. Cualquier
observador que hubiese visto este cuadro, me hubiese confundido a mi con el
condenado. Tuve que hacer un tremendo esfuerzo para retener las lágrimas y,
brúscamente me alejé mientras a mis espaldas oía su voz que decía:
- ¡ Animo , amigo ! -
Pareja no admitió que se acercara el cura a
él. Sus manos fueron atadas como la de todos los llevados a fusilar; con finos
alambres, y en el camión que se hacía aún mas negro en la penumbra de un
incierto amanecer, fue trasladado al cementerio donde una descarga le arrancó
la vida.
Pareja fue un hombre, que podemos decir, tuvo
sus últimos pensamientos en las ideas por las que sacrificó toda su juventud, que fueron sus
años de hombre. Aquella mañana por los patios de la cárcel, se oía de corro en
corro
¡ JOSÉ
PAREJA HA SIDO FUSILADO !
Fuente documental Archivo Histórico de la CNT de Málaga.
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