Alonso Aguilar Macías fue uno de los fundadores del sindicato, presidente del comité de abasto, y miembro del comité de enlace.
Alonso nació en Istán el día 8 de diciembre de 1900 en el número 5 de la calle San Miguel, hijo de José Aguilar y Francisca Macías, era gemelo de una niña a la que llamarón María Jesús.
Su madre Francisca no pudo sobrevivir al parto que fue muy complicado, y falleció a la edad de 24 años, dejando a Alonso y María huérfanos.
Su Padre José al verse desbordado por la situación familiar y el trabajo, no pudo cuidar de ellos y les dejo a cargo de sus abuelos paternos.
Es su tía Catalina de diecisiete años, la que se hace cargo de la crianza de Alonso.
Alonso pasa su juventud en su pueblo, hasta dos meses antes de cumplir los 25 años.
El 12 de octubre de 1925, zarpa del puerto de Almería rumbo a Buenos Aires, para labrarse un futuro mejor.
Se instala en Bragado en el noroeste de la provincia de Buenos Aires, trabajando de lo que va saliendo, cortando leña, sembrando patatas etc.
El 27 de octubre de 1932 contrae matrimonio con Paulina Osorio Ortiz una joven argentina de 20 años.
La historia se repetirá de nuevo en la vida de Alonso, cuando al año de casarse con Paulina, esta se muere al dar a luz a su primer hijo, que también falleció en el parto. Ante tal dolor y al no encontrar consuelo, decide volver a la España Republicana.
El barco que le trajo desde la Argentina a España, arribo al puerto de Algeciras tres días antes del 18 de julio de 1936.
En su equipaje de vuelta traía dos baúles llenos de libros que transporto a lomos de un borrico desde Marbella a Istan.
Porque eso sí, a Alonso le apasionaba la lectura y ella fue quien marcaría su vida. Es una lástima que estos libros al final fueran pasto de las llamas al entrar en Istan los nuevos inquisidores de España.
Alonso se instaló en la misma calle que le vio nacer 35 años antes.
El 7 de septiembre de 1936 se funda el Sindicato Único de Campesinos y Oficios Varios del cual Alonso forma parte, asumiendo la tesorería. Es igualmente presidente del comité de abasto, y miembro del comité de enlace hasta que las tropas fascistas entraron en el pueblo, a principio de febrero de 1937.
Cuando tomaron el pueblo los golpistas, Alonso junto a otros vecinos salieron de su localidad, haciendo un largo camino y uniéndose a los miles de malagueños que formaron un éxodo masivo hacia Almería por la única salida que quedaba, a la que los historiadores de hoy llaman "la carretera de la muerte".
El objetivo de Alonso era llegar a Francia, pero solo llego a Valencia donde fijo su residencia. Allí trabaja en una empresa de locomotoras de vapor empresa de transporte ferroviario colectivizada por los trabajadores durante la guerra civil.
Al finalizar la guerra, miles de refugiados republicanos intentan salir de España desde los distintos puertos levantinos, muchos no lo consiguen, entre ellos Alonso, que es detenido en Valencia y deportado a su lugar de origen. Llega a la estación de Fuengirola donde le espera la policía con orden de detención de todos los sospechosos de haber apoyado la república. Escapa de sus captores y consigue llegar a Marbella, de allí va a Istán para ir a casa de su hermana María Jesús, pero cerca de allí en la loma del higueral le esperaba la guardia civil que le detiene.
A Alonso se le acusa por parte de las nuevas autoridades del régimen de ser un agitador político y mandar a matar personas de “bien y orden” del pueblo, también por saquear la iglesia y quemar los santos, por incautación de bienes etc... Este tipo de acusaciones era normal en los juicios sumarísimos contra dirigentes políticos o sindicales, por parte de aquellos que se llaman “fiscales defensores del orden y la justicia”.
Después de su detención e interrogación por guardias civiles y falangistas del pueblo, fue trasladado a la cárcel de Marbella donde permaneció un año siendo de nuevo trasladado a la cárcel de Málaga en la cual permanecerá hasta su muerte.
El sumario sobre el procedimiento militar contra Alonso empieza el 11 de julio de 1939, tenía Alonso en ese momento 38 años.
Los miembros del tribunal militar presidido por el comandante de infantería Enrique Narváez Alberca, falla después de apreciar las acusaciones gravísimas que se le impone al reo, dictando así: “debemos condenar y condenamos al procesado Alonso Aguilar Macías a pena de muerte como autor responsable de un delito de rebelión militar”.
Dentro de la cárcel escribe esta carta a su hermana María Jesús el 16 de febrero de 1940 cuatro meses ante de su muerte
Era la mañana del día 14 de junio de 1940 en el cementerio de san Rafael cuando las balas de un pelotón de guardias de asalto segaban la vida de Alonso Aguilar Macías. Su cuerpo yace allí en una de las tantas fosas comunes, junto a miles de malagueños víctimas de la represión de un régimen golpista y dictatorial como fue el del general Franco hoy reconocido mundialmente como un dictador genocida.
* En las varias fosas comunes existente en el cementerio de San Rafael de Málaga se calcula que pudieran haber casi 5.000 cuerpos de hombres y mujeres asesinados por la barbarie franquista.
“Los pueblos que no recuerdan su pasado están condenados a repetirlo”.
Mi agradecimiento a Miguel Ramos Morente por la información sacada de su libro “el agua de la memoria” y por algunas de las fotografías.
Fuente documental: Togado militar de Málaga y Archivo Histórico de la CNT de Málaga, conservados en el Archivo Histórico Provincial.
